El barro negro, una alfarería muy especial
- Carmen Valina
- 14 mar 2016
- 1 Min. de lectura
Hoy quiero hablaros de la que probablemente sea uno de los tipos de alfarería más especiales del mundo, y sin duda de las más reconocidas de México. Me estoy refiriendo al barro negro. Recibe ese nombre por el peculiar color que adquiere esta arcilla al hornearse. Procede de los parajes más cercanos al pueblo de San Bartolo Coyotepec, un pueblo en el que familias enteras producen estas piezas y luego las venden en los bajos de sus casas.
Sin duda una de las grandes ventajas del barro negro es su versatilidad, que permite producir desde jarrones hasta velas y todo tipo de figuras. Se caracterizan por su superficie lisa, que se puede decorar con calados para aumentar su elegancia y refinamiento. Se trata de un proceso laborioso que implica varios días de trabajo y hasta cuatro de secado al sol. El resultado son piezas cien por cien artesanales y únicas, puesto que cada una es diferente. Desde hace unos años se ha convertido en una artesanía muy valorada por visitantes de todo el mundo, que llegan hasta San Bartolo para hacerse con alguna de sus piezas.
Personalmente, los jarrones se cuentan entre mis favoritas. Los calados les aportan un aire absolutamente original, y son tan hermosos que incluso sin flores pueden ser empleados para decorar cualquier rincón de tu hogar. También se emplea para crear artículos de uso mucho más cotidiano, como los cántaros y las ollas. Y es que a pesar de que pueda parecer que tiene un aspecto frágil, sus piezas resisten las altas temperaturas. Con ellas, un pedacito de México puede llegar a tu hogar.

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